“La esencia de Estrellas de Buena Vista y Más es la misma del proyecto original, trabajar la raíz de la música cubana”
- Pancho Amat, director del proyecto y uno de los mejores treseros del mundo, destaca “la influencia de Canarias en la música cubana”
- El concierto en el Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura se celebra este viernes 12 a las 20.30 horas y aún quedan entradas
. Pancho Amat, guitarrista y tresista cubano, nacido hace 74 años en Güira de Melena (La Habana) dirige el proyecto Estrellas de Buena Vista y Más, que este viernes 12 de julio presentará su repertorio en el marco del Festival Internacional Canarias Jazz & Más Músicas Creativas, en el Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura, a las 20.30 horas y para el que aún quedan entradas a la venta, que se pueden adquirir en este enlace.
Durante su carrera, Amat ha elevado el tres como instrumento de concierto a través de la vinculación de conceptos de música clásica, jazz y aires trovadorescos. Para esta nueva aventura musical se ha rodeado de un compacto grupo de músicos, algunos miembros originales del proyecto Buena Vista Social Club impulsado por el músico Ry Cooder, quien produjo un disco que acabo convirtiéndose en un imprescindible de la música cubana. El disco también llegó acompañado de un documental dirigido por el alemán Win Wenders y que contaba el viaje de Cooder a Cuba y su encuentro con veteranos músicos de la escena cubana casi olvidados y que encontraron en este proyecto una nueva oportunidad. El disco, publicado en 1997, fue premiado con un Grammy y alcanzó altas cotas de ventas y críticas entusiastas de todos los medios musicales.
Hoy, 27 años después, Amat dirige a varios de los miembros originales de aquel proyecto, como Ángel Terry (percusión); Javier Zalba Suárez (flauta, saxo, clarinete); Carlos Calunga (voz); Pedro Pablo Gutiérrez Valdés (contrabajo); Lázaro Villa Morgan (voz) y el propio Amat. Graduado en Pedagogía en la Universidad de La Habana en 1971, ese año fundó el Grupo Manguaré, que dirigió durante 15 años y ha colaborado con todo tipo de artistas, como Joaquín Sabina, Oscar D'León, Pablo Milanés, Rosana, Ry Cooder, Juan Perro, Silvio Rodríguez, Víctor Víctor, Yomo Toro o Víctor Jara.
Amat señala que esta nueva formación “es un intento de dar vida de nuevo al proyecto Buena Vista” y que surgió por el interés de diferentes promotores europeos por recuperar un repertorio “que forma parte de la tradición cubana”. Su participación en el proyecto coincide con una gira que realizó por España de la mano de la misma empresa que ahora produce Estrellas del Buena Vista y Más, “por amistad y por filiación a la música que yo he hecho toda la vida me pareció interesante el proyecto. Yo sabía que ya no estaban muchos de los intérpretes, pero en esencia compositor había uno solo, que era Compay Segundo, y la música que hacían era música de los clásicos cubanos de toda la vida”.
Los músicos que forman este proyecto también formaban parte de Cabildo del Son, grupo de Amat: “Hacemos un trabajo muy parecido al que hace Buena Vista. En sentido general las esencias son las mismas: trabajar con raíces de la música cubana. Algunos músicos viven en España, con los cuales yo ya había trabajado desde hace tiempo, como Moisés Porro, percusionista y Luisito Guerra, pianista; Kiko Ruiz, muy buen cantante”. Amat asegura que “todos están aquí por afinidad al proyecto inicial, por relaciones de amistad, de cariño y afecto, que siempre son buenos para el trabajo en colectivo”.
El trabajo previo a su presentación en los escenarios ha sido “lo más fluido del mundo, como si nos hubiéramos conocido toda la vida porque conocíamos de toda la vida la música que estábamos haciendo y teníamos claro qué era lo que teníamos que hacer, cuál era la intención. Como había empatía también en lo humano, eso facilitó que fluyera perfectamente el trabajo y funcionamos como una banda que nos hubiéramos conocido toda la vida”.
Pero también ha habido algún obstáculo en el camino, sobre todo por la distancia entre quienes residen en España y los que siguen viviendo en Cuba, “tuvimos que echar mano de las redes para ponernos de acuerdo para hacer algún arreglo nuevo, tengo que mandarles a los muchachos que están allá las partichelas para que se los estudien, a hablar con Arahí para que se aprendan los textos. Para una persona contemporánea no es ninguna complicación, ya a mi edad, yo no estoy acostumbrado a trabajar de esa manera, siempre trabajamos frente a frente. Me resulta curioso tener que trabajar así, por lo demás todo ha sido muy fluido como te comentaba anteriormente”.
El primer concierto se hizo en el Teatro Leal, en La Laguna: “Había mucha tensión, cuando se corrieron las cortinas el teatro estaba a tope y ese era nuestro debut. Un poco de nervio, pero después de la tercera canción los nervios se relajaron, el público puso su aplauso, su sonrisa y ya nos sentimos mucho mejor. Los dos siguientes una gozada, la última en Garachico, una gozada, salíamos al escenario totalmente relajados, a hacer nuestra música y a pasarlo bien con el público, una gran experiencia”.
Para Amat no fue casualidad que sus primeros conciertos se hicieran en Canarias “por todo lo que tiene que ver con la música cubana. Los canarios fueron uno de los impulsores mayores que hubo en nuestro país del canto del campesino, el canto en décimas, y vernos rodeado de mar por todas partes, el ambiente insular y el público nos hizo muy feliz. Guardamos recuerdos muy hermosos de estos tres primeros conciertos”. Ahora regresan a Canarias y lo hacen por primera vez a Fuerteventura.
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